Es uno que APRENDIÓ a decirle a sus sueños: No!
Es uno que se ATREVIÓ a decir: Heme aquí!
Es uno que SACRIFICA su comodidad.
Es uno que DECIDE ser parte del cambio
Es uno que CONFORTA el hambre y la escasez con amor
Es uno que NO SE LIMITA a decir algo: Lo entrega todo!
Es uno que SE ALEJA de la orilla y boga mar adentro.
Es uno que SE ESFUERZA por salvar: Uno más para Cristo!
Es uno que DESINSTALA su incredulidad: Da un paso de fe al vacío.
Es uno que POSPONE sus planes para cumplir con su misión.
Es uno que SE ARRANCA de su propia tierra para ser sembrado en otra.
Es uno que REFLEJA la luz celestial en un mundo ciego entre tinieblas.
Es uno que SE LANZA a la batalla sin temer a su enemigo.
Es uno que SE NIEGA a sí mismo olvidándose de sí.
Es uno que ATRAVIESA las fronteras haciéndose a sí mismo forastero.
Es uno que DESECHA la palabra “descanso”, pues es mucha su labor.
Es uno que AMA al pecador sin reservas, sin prejuicios ni temor.
Es uno que SE POSTRA con gratitud todo el día, aún por un malagradecido pecador.
Es uno que AYUNA por las almas… y a veces por no tener más.
Es uno que NO SABE si podrá enviar a sus hijos a estudiar mañana, pero cree en el Señor.
Es uno COMO NOSOTROS
Es uno que SE ENFERMA
Es uno que SE DESVELA
Es uno MUY HUMANO
Es uno QUE LLORA
Es uno QUE ESPERA
Es uno que HEMOS OLVIDADO
Es uno que…
Es uno!
Con uno solo basta
ES UN MISIONERO.
A pesar de todo esto: ¿Quieres ser uno?
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